lunes, 17 de agosto de 2015

    -No- dijo él-, me paso el día entero prohibiéndome echarte de menos. No me permito pensar en nubes, besos sabrosos ni en lo suaves que son los espacios entre los dedos de tus pies, ni en las ganas que tengo de hablar contigo hasta que hayamos consumido todo el oxigeno en la habitación. Y, sobre todo, no me recreo en el hecho de que esté donde esté siempre hay un vació a mi lado que tiene exactamente tu forma y tamaño.


     ¿Qué podía decirle a la mujer que amaba cuando quizá era la ultima vez que hablaba con ella? "Lo eres todo para mi. Me has concedido los mejores días de mi vida". Uno de los aspectos mas infames del amor es que solo se puede expresar a través de clichés. Te lleva a sonar como un fraude en un momento en que precisamente derrochas sinceridad. Sin embargo, al final de la conversación se sorprendió a si mismo diciendo:

  -Te quiero.

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