Esa sensación fría y ansiosa en el alma ha empezado a
mitigarse. Me siento más ligera, como si el peso que ha estado oprimiéndome,
impidiéndome reír o sonreír siquiera durante las últimas semanas, hubiese
desaparecido por arte de magia. Supongo que la palabra es “segura”. Me he
sentido segura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario