Si hago
balance de este año no todo es malo. Sí que es cierto que han pasado
muchas cosas malas. Pero si pienso en el trasfondo de todo, prefiero
quedarme con lo bueno. Porque creo que es el año en el más he
aprendido de mi misma. Además de los nuevos valores que he metido en
mi cabeza y que sé que no se irán. También he aprendido, no tanto
lo que quiero, sino lo que no quiero en mi vida. Porque durante mucho
tiempo me he reprimido de hacer cosas porque pensé que no estarían
de acuerdo conmigo, pero me he dado cuenta de que la razón es que
estaba segura de que esas personas no entenderían las razones por
las que yo amo las cosas que amo. Dichas personas no me apoyarían en
mis sueños, como mucho se reirían de ellos.
“Porque
he llegado a la conclusión de que nunca tendré la relación que me
gustaría con las personas que ahora forman parte de mi vida”
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