miércoles, 31 de mayo de 2017

El dolor era muy intenso. No me dejaba dormir. Cada cuatro horas tenia que comer algo a la fuerza y tomarme una pastilla. Cada cuatro horas. Creo que nunca sentí que los días podían ser tan largos.
 El tema de la comida es otro mundo. El simple hecho de pensarlo mi cuerpo se contraía. Repulsión era lo que sentía. Era un castigo. Y hasta creo que me ha afectado demasiado, ya que mi organismo ya no acepta tanta comida como antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario